Pedro Castillo, el reflejo de las crisis políticas en LATAM

• Pedro Castillo fue destituido en el marco de las crisis políticas de Perú.

• La economía aún expresa un crecimiento constante en los próximos años.

• En México, el Presidente y el Canciller se expresaron en torno al asilo político del exmandatario.

El día de ayer, el exmandatario de Perú, Pedro Castillo, fue detenido este miércoles luego de que el Congreso decidiera destituirlo del poder, haciendo evidente el reflejo de la crisis políticas que se han estado viviendo en LATAM.

Líderes de otros países y embajadas se han expresado al respecto, incluyendo al mandatario mexicano quien expreso las siguientes palabras el día de hoy durante “La Mañanera” en favor del expresidente de Perú:

“Mi postura desde ayer, la política exterior de México tiene como principio la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. Y nos vamos a ceñir, nos vamos a ajustar a los principios de política exterior. Sí lamentamos mucho lo que sucedió porque desde que ganó legal, legítimamente Pedro Castillo, fue víctima de acoso, de confrontación, no aceptaron sus adversarios, sobre todo las élites económicas-políticas de ese país que él gobernara”.

“Lo fueron debilitando hasta que lograron destituirlo, es la decisión que tomaron estas élites. Yo no creo que sea lo mejor para los pueblos. Lo lamento mucho por el pueblo de Perú”.

¿Qué está sucediendo en Perú?

Pedro Castillo, anunció la disolución de temporal del Congreso y la instauración de un “gobierno de excepción”. Con ello, precisó que convocaría elecciones “en el más breve plazo” para establecer un Congreso con facultades para la elaboración de una nueva Constitución en un plazo que no fuera mayor a los 9 meses.

El anuncio hecho en cadena nacional fue calificado, sin embargo, como un golpe de Estado por representantes políticos, mismos que comenzaron a renunciar de manera masiva a sus cargos. Esto fue hecho a pocas horas de que se realizara una sesión del Congreso en la que debía votarse una moción de vacancia en contra del mandatario político.

El Congreso votó por la vacancia del presidente, ahora exmandatario, por “incapacidad moral” y logró efectuar su destitución con 101 votos a favor. Con ello, también se hizo oficial la llegada al poder de la primera presidenta, Dina Boluarte, quien asume tras su cargo de vicepresidenta.

El expresidente fue puesto bajo custodia ante la prefectura de la Policía Nacional de Perú (PNP), en lo que representó el tercer intento por disolver el Congreso y el tercero también de su destitución. Por otra parte, la ahora presidenta desestimó las acusaciones hacia su predecesor en torno a un intento de golpe de Estado, solicitando en su primer discurso una tregua política para instalar un gobierno de unidad.

Entre lo que se le acusa a Pedro Castillo es de llevar relaciones con grupos criminales a través de instituciones del Estado, por lo que la nueva presidenta convocó al diálogo entre todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso, asegurando que, con el apoyo de la Fiscalía de la Nación y la Procuraduría, buscarían ingresar a las instituciones corrompidas para erradicar los problemas de raíz.

Pedro Castillo, el reflejo de las crisis políticas en LATAM

Perú, sin embargo, está lejos de solucionar la crisis política en la que se ha visto inmiscuido. Con Dina, ya suma en sus filas seis presidentes en sólo cinco años. En 2018 Pedro Pablo Kuczynski presentó su renuncia luego de dos años de gobierno, previo a que se votara su destitución.

De ahí, Martín Vizcarra, quien entró en su lugar, sólo duró dos años en el cargo, al haber sido removido por el Parlamento. Las investigaciones de la Fiscalía en su contra siguen hasta el día de hoy, sin embargo, siguen sin existir procesos judiciales en su contra.

Manuel Merino llegó para reemplazar a Vizcarra, aunque sólo cinco días después renunció al cargo, mismo que fue entregado a Francisco Sagasti, completando el proceso hasta la elección de Pedro Castillo en 2021.

Estos cambios logran poner en evidencia la fragmentación ideológica y política en Perú, lo que de alguna manera contrasta con el crecimiento estable de su economía. Según estimaciones del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank, la alza registrada será de 2.3 al cierre del cuarto trimestre del año.

Asimismo, Credicorp Capital confirmó recientemente que, incluso ante los cambios políticos, la economía no se vería afectada e, incluso, mantendría su proyección de crecimiento en PBI, estimado entre 2.0 por ciento y 2.5 por ciento para el 2023.

Las razones por las que su crecimiento económico se sostiene incluso ante la permanente crisis política, son que cuentan con un banco central independiente, una estrategia económica que se halla ceñida a la hasta hace unos meses estabilidad en el Ministerio de Economía y Finanzas.

A lo que habría que atender es que, en el caso del país sudamericano, un poder a otro tiene la facultad de facilitar decisiones como la disolución del Congreso por parte del Presidente, o prescisamente la destitucion del mismo por parte del Congreso, anulando así un poder a otro, hecho que les ha costado cambios de rostro en la presidencia en tan corto tiempo, sin pasar por alto que muchos de ellos han tenido que ver con acusaciones delictivas.

Este problema se expresa como uno de los más frecuentes en Latinoamérica: la división política. En países como Brasil, Bolivia y Argentina, la consideración ideológica ha tenido un peso importante, siendo un caso recurrente en Latinoamérica, de ahí que representantes de otros países expresaran su opinión:

• Chile: la Cancillería lamentó la situación y mantuvo una postura de apoyo al pueblo peruano.
• Embajada de Estados Unidos en Lima: rechazó “cualquier acto extra constitucional del presidente Castillo para impedir que el Congreso cumpla con su mandato”.
• Argentina: hizo un llamado a todos los actores políticos y sociales resguardados en “las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional”.
• Evo Morales: el expresidente culpó de manera categórica a los gobiernos de derecha por la destitución de Pedro Castillo.

Cuál fue la respuesta de México

Luego de que se anunciara que la embajada de México en Lima tenía una supuesta orden para abrir las puertas al expresidente y ofrecerle asilo político en el país, ciudadanos bloquearon el acceso para evitar el refugio.

Esto dijo AMLO en Twitter:

“Es un principio fundamental de nuestra política exterior la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. A eso nos ceñimos en el caso de lo sucedido en Perú. Sin embargo, consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas,  desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución con el sui géneris precepto de “incapacidad moral”. Ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio del pueblo”.

No obstante, la postura de México ha sido clara, y por medio de una entrevista, el canciller Marcelo Ebrard aseguró que sí darían asilo político al hoy destituido Pedro Castillo:

#AlAire Marcelo Ebrard: Si Pedro Castillo pide asilo a México se lo damos, pero no lo ha solicitado. #AtandoCabos

— Denise Maerker (@DeniseMaerker) December 7, 2022

Finalmente, compartió en sus redes sociales lo siguiente:

Líderes de LATAM se expresan en torno a este crecimiento, lo que seguramente terminará por vaticinar cambios en políticas interiores incluyendo a la mexicana, en donde incluso ya se ha hecho tendencia el hashtag #SiguesTúAMLO, y en caso contrario, #AMLONoSeToca.

Por lo pronto, tal cual como sucedió con Evo, México ya ha iniciado los trámites para la solicitud de asilo político de Pedro Castillo.

 

 

 

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