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Los nómadas digitales han comenzado a revolucionar la industria, no obstante, empresas tradicionales aún no se adaptan del todo.
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La especialista explica que existen dos tipos de nómadas digitales, esto dependiendo del peso de sus pasaportes.
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Pese a todo, reconoce que hay industrias a las que les tomará más tiempo adaptarse a este capítulo que a las tecnológicas.
Los nómadas digitales son una de las alternativas que surgieron previo a la pandemia, pero que a partir de ella, comenzaron a ser una realidad para la industria. No obstante, ahora que las vacunas han alcanzado una producción en masa, la muchas se resisten a aceptar por completo este modelo, posicionándose sólo en favor del trabajo remoto.
Soraya Koivisto, siendo una emprendedora del modelo del trabajo remoto, ha comentado para Merca2.0 cuál ha sido su experiencia desde aquella transición y cómo se ha formado el concepto de nómadas digitales.
Entrevista con Soraya Koivisto: nómadas digitales y el futuro de la industria
En un principio, la fundadora del proyecto Viajeras Nómadas Digitales ha reconocido que existe aún mucho desconocimiento en torno al tema, algo que precisamente dificulta su inclusión en los modelos tradicionales. Con ello, señaló la importancia de entender las tres acepciones que podrían incluirse dentro del modelo del nomadismo digital:
- Los trabajadores remotos, quienes se emplean para empresas remote first, lo que les permite radicar en distintos países.
- Los freelancers, quienes trabajan con mayor libertad para muchas empresas.
- El emprendedor/empresario digital, que son quienes manejan desde distintas partes del mundo a varias empresas.
Con ello, la facultad de los nómadas digitales no reside sólo en quienes son empleados de alguna empresa que ha adoptado el modelo digital, sino también en aquellos que han decidido romper esquemas y paradigmas para hallar en nuevas localidades su propio camino. De esta manera, el nomadismo digital se enmarca en la oportunidad de reducir el estrés y los gastos de para los trabajadores, mientras que para los empleadores existe la posibilidad de reducir costos operativos. Soraya Koivisto nos cuenta su experiencia:
“Yo al empezar a ser nómada digital empecé con un empleo remoto. Yo me mudé a Finlandia y ahí, a mis 27 con una carrera, experiencia profesional y titulación, me fue imposible penetrar de nuevo en mi industria. Yo dije, como una catarsis, ‘¿por qué tengo que minimizar mi trabajo? ¿únicamente por ser latina me tengo que conformar?’ Sentí que había una injusticia. Uno sabe en el fondo que hay alguna oportunidad, aunque todos te digan que no”.
“Me acuerdo que en Latinoamérica no se hablaba mucho de los nómadas digitales hasta que llegó pandemia, ahora mira cuánto latinoamericano hay trabajando para empresas increíbles, emprendiendo. Yo creo que la pandemia, para bien y para mal, nos ayudó a muchas personas. He visto que muchas personas que han ejercido tantos años una profesión digital piensan que es lo que quieren hacer toda su vida”
La emprendedora considera que la llegada de los nómadas digitales propone una nueva forma de realización laboral, con lo que un nómada puede brillar por su propio trabajo, aportando a la eliminación progresiva del nepotismo y del ‘compadrazgo’, temas que han ido creciendo gradualmente en la historia de la industria, pero que poco a poco comienzan a desaparecer.
Con ello, confiesa que al crear Viajeras Nómadas Digitales tenía una concepción errónea de lo que era el mundo emprendedor. “Yo creí que tenía que crear un unicornio y luego me di cuenta que realmente para ser emprendedor necesitas simplemente querer hacer algo positivo”, señala. Su enfoque es el mostrar que se puede llegar a ser un nómada digital de manera sostenible.
Otra de las ventajas que conlleva el talento digital remoto es la oportunidad de escuchar y entender el valor de otras zonas geográficas, y de poder leer de forma eficaz el valor de otras culturas. De ahí que desde su perspectiva, las industrian deben avanzar paulatinamente a ese punto. Una opción en algunos casos el modelo híbrido, no obstante, muchas veces no se da ese salto hacia lo digital totalmente. “Les está costando hacer el cambio, pero no les queda de otra”, señala la especialista.
Sin embargo, pese a que este enfoque puede convertirse en un parteaguas para los negocios, la empresaria también reconoce que no todas las industrias son capaces de adaptarse al nomadismo digital:
“Personas que te atienden en un restaurante, por ejemplo. En Corea no te atienden personas necesariamente, sino que usan la inteligencia artificial. Vas a Estonia y en delivery también es así, aunque cuando cae la nieve ya no pueden repartir, se quedan atascados. Habría que preguntarnos entonces: ¿qué tanto las industrias pueden acoplarse no necesariamente al nomadismo digital pero sí a la tecnología? ¿Qué trabajos deben quedarse necesariamente en oficina y cuáles se deben reemplazar?”
Y es que desde esta perspectiva, en el entendido de que el nomadismo digital puede a un futuro abrir puertas en el ámbito empresarial y facilitar las cosas para todos, faltará aún más tiempo para que se pueda idear una forma de adaptar en todos los negocios, como en esta industria restaurantera. “Son sólo pequeñas predicciones”, señala.
Los dos tipos de nomadismo
En México y sobre todo en la Ciudad de México, ha habido una discusión en torno al fenómeno de la gentrificación, el cual consiste en el desplazamiento de las personas originarias de colonias como la La Condesa o La Roma hacia la periferia debido a los altos costos en temas de alquiler y de insumos, todo esto debido a la llegada de los nómadas digitales.
En favor de conocer la postura de este nuevo sector y con el objetivo de conocer sus efectos tanto positivos tanto como negativos, Merca2.0 consultó a Soraya Koivisto, quien finalizó la entrevista comentando sobre los dos tipos de fenómenos que existen y que separan a un nómada digital norteamericano de uno latinoamericano. Además, compartió que el panorama es uno tan grande que abarca también a los comerciantes y a los arrendatarios, entre muchas otras cosas más.
“Yo creo que México tiene un tema que es tabú, debido a dos puntos importantes: contexto a nivel país y ubicación geográfica. Al estar cerca de Estados Unidos, surge un choque de realidades. ‘¿Cómo así que como mexicanos nos vamos a Estados Unidos y no nos dan oportunidades, pero aquí viene el norteamericano y viene a que lo traten como rey?’. El nómada digital no es el mismo, el latinoamericano está abriendo brechas. Es importante como en toda industria generar presencia de las minorías”.
Al hacer esta distinción, destaca también que es precisamente un fenómeno completamente distinto: “en México pasa que las personas locales, al ver que llegan extranjeros [estadounidenses] y que tienen más dinero, vieron la oportunidad de cobrarles más”, no obstante, señala que esto no sucede tanto con quienes provienen de Sudamérica o Centroamérica. La diferencia se halla en la “fuerza” del pasaporte.
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