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Organismos como el Infonativ y el IMSS reconocen un alto número de recontrataciones.
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Pese a esto, el alto volumen de desempleo en diciembre se debe, según analistas, a los contratos temporales.
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El esquema de subcontratación responde a las prácticas de privar a los trabajadores del derecho de antigüedad.
En México y en algunas partes del mundo, los despidos irregulares representan una de las prácticas poco éticas que muchas de las empresas suelen implementar. Este fenómeno ocurre fundamentalmente en épocas navideñas, en donde muchos de los beneficios les son otorgados a los trabajadores con antigüedad.
Héctor Márquez Pitol, director de relaciones institucionales de Manpower, compartió que cada año, históricamente, en el mes de diciembre se da de baja a 300 mil trabajadores mexicanos, asegurando que este índice incluso se mantiene intacto, en términos generales, independientemente de la pandemia:
“Podemos ver que este hecho responde a factores estacionales. El año pasado, 2021, se perdieron 312 mil 902 empleos en diciembre, en 2020 estas bajas fueron de 277 mil 820 empleos, incluso antes de la pandemia en 2019 las bajas de personal se reportaron en 382 mil 210”.
Mucho se habla de que estos despidos decembrinos responden realmente a un factor económico, aunque muchos otros frentes abogan por la irregularidad como práctica constante. Desde 1997, año en el que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) comenzó a medir el número de trabajadores afiliados a su base de datos, se han registrado siempre niveles “anormales” de despidos.
Ahí es donde entra el esquema de subcontratación. Ya en algunas ocasiones, incluso el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha señalado que el esquema de subcontratación es una estrategia aún practicada por un sector de empleadores con el objetivo de evadir conscientemente el pago de prestaciones, esto pese al reconocimiento de la reforma de outsourcing.
El outsourcing de personal o subcontratación de personal, se expresa en la delegación de tareas y responsabilidades de la empresa, elevando así la competitividad a la par en que se reducen los costos debido al esquema de “flexibilidad laboral”.
En México, el outsourcing ya es ilegal desde 2021, aunque el esquema no ha desaparecido. No obstante, el hecho de que la consistencia en esta “anormalidad” de despidos sea tanta, muchos analistas consideran que se debe en gran medida a factores estacionales, al ciclo natural de la economía.
Algunos han señalado que, previo al outsourcing, ya se mostraba una reducción de la plantilla laboral. De hecho, la mayor parte del índice que se pierde corresponde a empleos temporales. Es decir que los empleos que mayormente se pierden son aquellos que surgen durante la misma época, debido a que el volumen de contratación también se incrementa para cubrir las demandas de los consumidores.
En el marco legal, para aquellos empleadores “que realicen subcontratación de personal, así como a las personas físicas o morales que presten servicios de subcontratación sin contar con el registro antes señalado, se le impondrá multa de 2 mil a 50 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), sin perjuicio de las demás responsabilidades a que hubiera lugar de conformidad con la legislación aplicable”.
Asimismo, será acreedor de una multa de 250 a 5 mil veces la UMA al empleador que no permita la inspección y vigilancia que las autoridades del trabajo ordenen.
Malas prácticas durante diciembre
Académicos y economistas de instituciones como la UNAM y la UAM han resaltado que en parte, aunque sí exista un flujo ascendente natural en la tasa de desempleo en diciembre, en gran medida muchas de estas sí corresponden a prácticas poco éticas, que corresponden finalmente a la evasión, a toda costa, de la generación de antigüedad de la plantilla laboral.
Uno de estos esquemas responde a la contratación temporal, pues aunque estos son permitidos por la Ley Federal del Trabajo, son realizados con dicha intención. En parte, sí, pueden ser renovados cada cierto tiempo, e incluso pueden ser diseñados para respetar las prestaciones que se generen según lo proporcional, empero, no contemplan los beneficios que se generan por un trabajador de planta a través de los años.
Bajo este esquema, el contrato temporal evita que muchos empleadores puedan recibir indeminización al finalizar las relaciones laborales, por lo que ni la empresa ni el empleado quedan obligados a mantener dicha relación, con lo que los pagos y prestaciones de un trabajador de tiempo completo tampoco son contemplados. De la misma manera, la finalización de un contrato temporal tampoco es catalogado como despido.
El propio directivo de Manpower señala que luego de la reforma en materia de subcontratación, se ha demostrado que el outsourcing nunca fue el detonante de la disminución de empleos formales, aunque sigue siendo una constante que en este periodo se pueden observar malas prácticas:
“Es indispensable combatir las malas prácticas. No permitir que se hagan cortes de antigüedad del empleado, estrategia usualmente utilizada para no generar pasivo laboral y evitar el pago de las cargas sociales; así como evitar la contratación de trabajadores de planta bajo esquemas que simulan relaciones laborales al hacerlo pasar por trabajadores independientes”.
Además de esto, algunos empleadores suelen durante estas fechas implementar la práctica de dar de baja a sus trabajadores ante el IMSS y el Infonavit, para recontratarlas inmediatamente en enero, según información del Gobierno Federal.
Esto, ilegalmente, impacta en la continuidad de los derechos de los trabajadores, en materia de seguridad social. Aunado a ello, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el Infonavit y el IMSS, compartieron en un comunicado conjunto que, para enero de 2022 se recontrató en las mismas empresas a 126 mil 256 que previamente habían sido dadas de baja en diciembre de 2021.
Esto inevitablemente pone en tela de juicio el que sólo por las contrataciones temporales se registre una lista de despidos, pues casi la mitad o al menos una tercera parte del total exhiben esta condición. Con ello, las instituciones mencionadas se contactaron recientemente con empleadores que registraron un mayor índice de contratación del mismo personal con el objetivo de conocer si el manejo de su plantilla se halla entre el marco legal vigente y evitar así vulnerar los derechos de sus trabajadores.
Así impactan las empresas con despidos navideños irregulares
A pesar de que los patrones conocen los riesgos legales y penales de incurrir en una de estas prácticas de irrupción de derechos de antigüedad muchos prefieren arriesgarse y optar por esta alternativa fuera del marco legal, debido a que a largo plazo les significa un mayor “ahorro” en las finanzas.
Disímil a los despidos masivos corporativos, esta práctica responde al ahorro económico a largo plazo. Esto a pesar de que, en términos generales, no es barato contratar y despedir a un empleado temporal bajo ninguna circunstancia.
El contar con una rotación laboral constante implica riesgos de adaptación y pagos constantes evaluados en la nula productividad. Según sitios especializados como Apli, por cada empleado que deja voluntariamente su trabajo en una compañía le puede costar a una empresa hasta 47 mil pesos. Esto contempla gastos como la selección de talento y el índice de productividad.
De hecho, el golpe más fuerte para una empresa al perder a un empleado es a partir de la evaluación de productividad, pues según el estudio de la plataforma, son 25 mil pesos los que se invierten en promedio en este rubro. Un trabajador tarda hasta dos meses en ser productivo para una empresa, por lo que la rotación temprano suele costar hasta 12 mil pesos. De la misma manera, para retomar el camino, empresas requieren de 40 días de acuerdo al ingreso de nuevo personal, por lo que las pérdidas económicas aumentan.
De hecho, gran parte del volumen de masa de desempleo en diciembre se debe a la alta rotación en industrias como la restaurantera, las tiendas de conveniencia y las tiendas de autoservicio.
El hecho es que, a largo plazo, la práctica de subcontratación le beneficia a los patrones debido a que un empleado que genera antigüedad obtiene cada vez mayores beneficios y un índice de indemnización más alto, por lo que resulta mucho más factible para ellos la alternativa de subcontratación.
El ahorro, en este sentido, es proporcional a muchos aspectos como la antigüedad del trabajador y el sueldo del que este dispone, con lo que eliminar estas prácticas definitivamente requerirá no sólo del compromiso de los empleadores para reducir este impacto y actuar de manera ética, sino de regulaciones mucho más efectivas y un monitoreo constante que derive en un análisis exhaustivo, tal como ya han comenzado a implementarlo los tres organismos mencionados.
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