Probablemente existan pocas relaciones tan estrechas entre un producto y una actividad, como la que existe entre los espectadores del futbol y las cervezas. Al menos en el posicionamiento generalizado, el asistir a un estadio a presenciar un partido o al seguirlo a través del televisor, un elemento que no debe faltar es un vaso con cerveza.

Es esta bebida alcohólica uno de los productos más vendidos antes, durante y después de los partidos de fútbol. La relación y el consumo se dispara cuando los partidos tienen mayor importancia, siendo la Copa del Mundo -por obvias razones- el momento de mayor relevancia en la relación entre ambos.

Sin embargo, la justa deportiva que hoy en día se disputa en Qatar ha roto con este sólido matrimonio, al menos en los estadios y sus alrededores. Lo que parecía increíble se ha cumplido, y los aficionados que asistan a los estadios tendrán que acompañar el espectáculo con bebidas no embriagantes.

La medida fue comunicada a dos días del inicio de la Copa del Mundo, rompiendo con el acuerdo que sostenía que los aficionados podrían beber cerveza en ciertas zonas de los estadios. Entre los principales afectados por la prohibición se encuentran los amantes del futbol y la marca fabricante de cervezas Budweiser, patrocinador del evento y el único facultado para vender cerveza en este marco.

Los asistentes a los estadios se tendrán que conformar con engañar a su paladar con una cerveza del mismo fabricante sin contenido de alcohol, que se vende en un precio cercano a los 280 pesos mexicanos.

La venta de cerveza durante el mundial continuará en ciertos espacios en Qatar, mas no en los estadios y sus zonas aledañas. La medida provocará demandas de la compañía cervecera hacia los organizadores de la Copa del Mundo, al incumplir con las condiciones originales del patrocinio, viendo mermados sus ingresos por prohibición de la venta de cerveza con alcohol.

Reprobada a botepronto por la mayoría de las voces involucradas, pensándolo bien posiblemente esta no sea una medida del todo negativa. Es de todos conocido que el consumo excesivo de alcohol es nocivo para la salud y suele ser uno de los componentes presentes en los eventos violentos en los estadios. Observemos las reacciones a esta medida que seguramente se quedará en Qatar, ya que en muchas otras partes del mundo y ante del desarrollo de muchos otros eventos deportivos, la cerveza es y será asistente permanente.