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Aspectos como la salud mental y física, se han colocado como parte de las nuevas preocupaciones de la fierz albiral.
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Derivado del distanciamiento social y crisis de salud, las empresas han comenzado a revalorar la importancia que tiene la fuerza laboral dentro de su estructura.
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La experiencia del empleado, juega un papel de percepción tanto interna como externa hacia la marca y sus servicios.
Derivado del conocimiento social, las crisis mundial de salud y al inmersión de la tecnología y la digitalidad, como pieza clave de la nueva normalidad, la sociedad ha comenzado a experimentar un proceso de cambio, esto dentro de todos sus aspectos, tanto sociales, como laborales, por lo que aspectos como la experiencia del empleado, se ha vuelto cada vez más importante.
En la actualidad, la fuerza laboral ha comenzado a priorizar aspectos como el cuidado de salud física y mental, así como el integrar nuevas políticas laborales, como el home office, herramienta que demostró ser de suma importancia durante el confinamiento obligado, esto bajo la búsqueda de mejoras laborales.
Experiencia del empleado como herramienta de crecimiento
Dentro de una realidad dormida por la inmediatez que ofrecen las rede sociales, las experiencias se han vuelto parte imperdible, no solo para las marcas, si también para los consumidores y trabajadores, esto debido a que la creciente cantidad de usuarios activos dentro de la red, han tomado a las plataformas digitales, como la gran ventana para dar evidencia de todo aquello que les resulte importante compartír.
Es debido a la presión generada por las comunidades digitales, que las marcas obtienen una retroalimentación invaluable, puesto que, es por medio de la conversación digital que se puede acercar, de manera orgánica, al sentir de las comunidades, por lo que hoy en día la experiencia del empleado ayuda a fomentar o destruir la reputación de las marcas, como lo señala, Melissa Arronte, Líder de Práctica Global de Experiencia del Empleado de Medallia.
“Muchos gerentes toman decisiones que tienen enormes implicaciones financieras sobre la Experiencia de los Empleados todos los días, pero toman estas decisiones sin datos, en lugar de confiar en la intuición, las anécdotas, y sus propias experiencias personales y sesgos. Por eso necesitamos medir la Experiencia de los Empleados, para cambiar este paradigma y permitir realmente la toma de decisiones basada en datos en toda la organización”, comenta Melissa Arronte.
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