De China, hemos sabido que en los últimos años, ha sido la principal manufacturera del mundo, de su real crecimiento económico y el fuerte poder adquisitivo de sus habitantes que viajan por todo el mundo provocando una gran derrama económica. Las cifras ahí están y son contundentes.

Esa fortaleza lo llevó a enfrentarse contra EUA y la Unión Europea en una guerra comercial que debilitó a los primeros dejando vulnerables a sus líderes ante los conciudadanos y obligándolos a forzar la máquina para estar a su altura.

Súmele usted a esto, estimado lector de Merca2.0, que Biden pasa por sus peores momentos de popularidad, Europa ya no tiene a Angela Merkel y Putin no cede en su afán de derrotar a Ucrania.

Sin embargo, esa narrativa de poder que los chinos han contado por varios años al mundo, se empieza a debilitar por varias razones provocando que su economía se desacelere y ocasione una incertidumbre generalizada, toda vez que esperan el reporte económico del trimestre julio- septiembre para saber si la recesión se hace oficial en el orbe. Un suceso nada menor.

El razonamiento es: si la fábrica del mundo no tiene compradores y sus tecnológicas TENCENT Y ALIBABA, llevan casi dos años con fuertes presiones regulatorias se pinta un escenario para que Xi -Jinping ponga en riesgo el éxito económico de China que impacta directamente en el storytelling de héroes comerciales que han tenido y en consecuencia se desdibuje.

Y entonces… ¿quién es el villano de la historia?

La política actual de CERO COVID sobre todo en sus ciudades insignias de producción, como lo son Shenzhen y Tianjin, les ha impactado. Por otra parte, sus autoridades económicas no han dispuesto los presupuestos necesarios para reactivar a sus pequeñas y medianas empresas. Los 200 mmdd destinados para ello no parecen suficientes.

Pero si lo anterior fuera poco, el mercado inmobiliario está en crisis (representa casi una tercera parte del Producto Interno Bruto) y al disminuir el poder adquisitivo de la población provoca, al no poder comparar el habitante de china una vivienda, un sentimiento negativo que sin duda frena el crecimiento general.

De tal suerte que una alternativa es el uso del marketing que se asoma en la imaginaria China para sobrevivir, elaborando al mismo tiempo, una nueva narrativa acorde a la realidad, que en independencia de su ideología y su alianza con Rusia, este momento económico impacta globalmente y no es lo que queremos ahora.

Una recesión nos lastimaría a todos.

¿Cómo se generaría esta comunicación que fortalezca la narrativa por parte de los chinos?

La mejor manera de hacerlo es siendo el primero de su categoría, es decir, retomar su liderazgo y fortalecer su plataforma manufacturera.

En un mundo ideal, lo deseable es que paren las agresiones y los afanes de conquista que tienen al mundo en incertidumbre. La tarea ahora es establecer un fuerte cabildeo y mesas de negociación que den paso a la armonía y al sano crecimiento…

¿Es esto posible?

Nos encontraremos más adelante.