Marcas Mexicanas: El reto en pospandemia e inflación
En un contexto de inflación, las marcas debieron transformarse en un acompañante del consumidor. Por Alonso Fajardo
En los últimos años, desde el 2020, la palabra “crisis” se ha convertido en parte de nuestro vocabulario de uso cotidiano. Hablamos de un momento de crisis sanitaria, climática, económica, política y, en algunos casos, existencial.
De alguna forma, el 2022 se planteaba como el año de la recuperación en todos los sentidos, el año de las reactivaciones, lo cual, en realidad, sí sucedió; sin embargo, desde febrero, la sociedad a nivel global ha retomado la palabra “inflación” como parte de su día a día.
En México, de acuerdo con cifras de Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), la escalada de precios ha comenzado a desacelerarse desde octubre, ubicándose en 8,41 por ciento, una caída respecto al 8,7 por ciento reportado en septiembre.
Por otro lado, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó por debajo del 8,46 por ciento anual estimado por el mercado. Cabe destacar que la caída en los precios del gas LP, la papa, la cebolla y el aguacate ha sido esencial para detener el alza de precios, según datos reportados por el Inegi.
“En un contexto complicado como el actual y el que se prevé para el 2023, será aún más importante estar cerca de nuestra comunidad de consumidores”
Eligio Cozzoli, Executive Marketing Manager en D’Gari.
¿Qué pasa con la inflación?
Y es que, en definitiva, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania contrajo aún más la disponibilidad de materias primas y provocó un aumento de los precios de los alimentos y la energía.
Si bien es cierto que el reciente conflicto bélico es, en gran medida, responsable de esta crisis, no debemos dejar de un lado el hecho de que, a raíz de la pandemia, el panorama para los consumidores no ha sido el mejor.
“El consumidor mexicano hoy se entera, semana tras semana, de que su quincena le alcanza para menos y debe tomar decisiones desagradables al momento de hacer su despensa. La gelatina, por ejemplo, es parte de la canasta básica y es una opción de postre saludable y recomendada por los nutriólogos, aun así el incremento de precio de todos los demás productos de la canasta básica puede impactar en la intensidad y frecuencia de compra”, explica Eligio Cozzoli, Executive Marketing Manager en D’Gari.
Tomando esto como punto de partida, como parte del boom de la emergencia sanitaria, los consumidores parecen estar más al tanto de los productos que adquiere y desde hace unos años, las nuevas generaciones, con muchas más herramientas tecnológicas, han comenzado a fomentar hábitos de consumo más responsables.
Además, la llegada del Covid-19 supuso, en muchos sentidos, un cambio en los hábitos cotidianos de las personas, lo cual ha permitido que el consumidor cuente con una mayor información respecto de lo que compra y consume.
“El contexto inflacionario es lo que ha vuelto cada vez más difícil poder fidelizar consumidores. Nos encontramos ante la inflación más alta en los últimos 20 años, eso ha hecho que la gente compare más entre marcas, investigue más y tome decisiones más informadas”, comparte David Andrade, Head of Growth de Jüsto México.
“Las personas están comparando e investigando más, esto ha provocado que muchas marcas caigan en el error de querer resolver todo a través de promociones y precios. A veces se nos olvida que la calidad es fundamental, la mejor forma de acompañar a un consumidor dolido del bolsillo es ayudándole a maximizarlo y ofrecer el mejor producto al precio más justo”, añade.
Consumo de cara al 2023
Para las marcas mexicanas, sin duda, este periodo ha sido de grandes retos, sobre todo en un momento de la historia en el que, como mencionamos al inicio, la crisis es compañera de los consumidores, quienes están en busca de apoyar más a las marcas locales.
Así lo da a conocer una encuesta realizada por Merca2.0 a un total de 3,054 usuarios, de los cuales el 68 por ciento asegura consumir marcas mexicanas por apoyo al producto local.
“El 2021 y el 2022 marca un punto de inflexión para Latinoamérica, pues volvimos a re valorar aquello que es más importante: la seguridad, el tiempo, el dinero y la salud”
David Andrade, Head of Growth de Jüsto México.
Para el 2023, año en el que, de acuerdo con especialistas, la inflación comenzará a ceder todavía más, surgen diversos retos en aras de acompañar a ese nicho de consumidores que, desde la llegada de la pandemia, se han visto severamente afectados. Así lo revela Víctor González Herrera, Vicepresidente Ejecutivo de Grupo Por un País Mejor (Farmacias Similares):
“Justamente, el reto es mantener los precios bajos y garantizar el abasto. Con todo lo que está pasando en Rusia y demás, obviamente afecta el abasto, porque, al final, las materias primas vienen de Europa, China y Asia. Nosotros, lo que buscamos hacer es no afectar al cliente con el precio, preferimos ganar menos en lugar de subir precios”.
Una de las constantes para los consumidores es el ahorro: pagar a un precio justo los productos que consume. De acuerdo con lo que da a conocer la encuesta realizada por Merca2.0, el 14 por ciento de los encuestados asegura consumir marcas mexicanas debido a que son más económicas.
Dicho esto, de cara al próximo año, queda claro que el consumidor continuará en busca de aquellos productos, sí, de mayor calidad, pero a un precio bajo y, sobre todo, pagar por las marcas socialmente más responsables, pues, como se menciona líneas arriba, hoy en día habita un nicho de consumidores que buscan dejar una huella positiva en el planeta.
“El consumidor, desde la pandemia, sigue siendo muy consciente del precio, calidad y durabilidad de los productos. Últimamente ha habido un gran empuje en el mercado de segunda mano”, cuenta Abraham Engel, Director de Mercadotecnia de Grupo Mexex.
Al final, la era de la pospandemia que, se dice, inició en este 2022, se plantea todavía con muchos retos alrededor, tanto para las marcas como para los consumidores.